"Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos felicidad...

... Antes que se oscurezca el sol, la luz, la luna y las estrellas... y vuelvan las nubes tras la lluvia; cuando tiemblen los guardias de las casas, y se encorven los hombres fuertes, y cesen las moledoras porque han disminuido, y se queden a oscuras los que miran por las ventanas; ... y las puertas de las calles se cierren, ahogándose al son del ruido, cuando se levanten a la voz del ave, y enmudezcan todas las canciones; cuando también la altura de recelo, y haya terror en el camino...

...Y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su eterna morada, y circulen por las calles la gente del duelo; ... Antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; y el polvo vuelva a la tierra, como era... y el espíritu vuelva a Dios que es quien lo dio"...

Si te equivocas, no te azotes: Tómalo como una oportunidad de aprendizaje y corrige el error. No conocemos a nadie que haya nacido sabiéndolo todo, y ante todo recuerda que, echando a perder se aprende.

No temas expresar tus ideas y opiniones: Son tus pensamientos los que te hacen ser única e irrepetible, así que no te avergüences de ellos, por el contrario, siéntete orgullosa.

Concéntrate en las cosas que puedes cambiar: Y haz algo con ello, en lugar de clavarte con las cosas que no te gustan de ti pero que no puedes hacer nada al respecto (como por ejemplo tu estatura o el color de tu piel).

Atrévete a experimentar algo nuevo: Si siempre te ha llamado la atención por ejemplo, pintar o coser o incluso cocinar, inténtalo, no te quedes con las ganas, te sorprenderás de las cosas que eres capaz de hacer si te lo propones.

No te compares: Recuerda que cada ser humano es un ser único, sé tú mismo.

Ponte metas y alcánzalas: Traza un plan con los objetivos que quieres alcanzar y trabaja por ellos. Nota cómo poco a poco irás progresando.

Solo cree y confía en Dios: Solo Él te conoce dentro y fuera... no importa si los demás no te aceptan, él conoce tu corazón.

Bendiciones.