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...Si escuchas hoy su voz,
no
endurezcas tu ❤.
(Hebreos 4:7)


Dios lo permite

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. San Pablo en Romanos 8:28
Dios permite circunstancias difíciles por tres razones:
En primer lugar, Dios permite circunstancias difíciles para que su propósito se cumpla en nuestras vidas.
En el primer libro de la Biblia Génesis, capítulo 37 en adelante encontramos el relato de la vida de José, quien siendo adolescente fue cruelmente vendido como esclavo por sus hermanos celosos. Después de haber pasado por todo ese tiempo, huyó de la tentación y fue acusado injustamente, y nuevamente encarcelado. Aún después de esto, José quizás no entendía el por qué de todo lo que le había pasado, pero sabía que Dios tenía un plan. Él lo entendió, y por eso cuando se enfrentó cara a cara con sus hermanos que lo vendieron a la esclavitud, él respondió: “Pero no se apenen ni les pese por haberme vendido, porque Dios me ha enviado aquí delante de ustedes para salvarles la vida. Ya van dos años de hambre en la tierra, y aún quedan cinco en que no se podrá arar ni cosechar. Dios, pues, me ha enviado por delante de ustedes, para que nuestra raza sobreviva en este país: ustedes vivirán aquí hasta que suceda una gran liberación. No han sido ustedes, sino Dios quien me envió aquí. Ustedes quisieron hacerme daño, pero Dios quiso convertirlo en bien para que se realizara lo que hoy ven: conservar la vida de un pueblo numeroso”.
En segundo lugar, a Dios le interesa desarrollar nuestro carácter. Un carácter piadoso es algo precioso a los ojos del Señor, y éste, en muchos casos, sólo se desarrolla en medio de tiempos difíciles. Romanos 5:3 y 4 nos dice: “Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza”.
En tercer lugar, Dios permite las circunstancias difíciles para disciplinar a sus hijos. Hebreos 12: 6, 10 y 11 dice: “Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Nuestros padres terrenales, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados”. Cada vez que desobedecemos podemos esperar que nuestro amoroso Señor nos discipline. Muchas veces a través de las circunstancias difíciles para animarnos a abandonar nuestro pecado y participar de su santidad.
El Señor tiene control absoluto de toda circunstancia que usted tenga que enfrentar. Usted puede estar tranquilo sabiendo que su Padre Celestial tiene el control de cada situación y que su propósito es usar cada circunstancia para el bien de su vida.
Dios te bendiga

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