Si te acostumbras a ser claro en tus decisiones,
si posees principios sólidos,
si tus ideas están claras,
si sabes que realmente quieres para tu vida,
el éxito está al alcance de tu mano…
No olvides que el camino se hace cada día,
con paciencia y mucha constancia…
recuerda: Caminante no hay camino, se hace camino al andar…
Y así poco a poco, vas construyendo
el edificio de tu vida,
tu vivienda interior,
el palacio donde te recrearás interiormente…
Y serás el ejemplo de otras vidas,
de otros hombres y mujeres,
de cuantos viven a tu lado…
Entonces el proyecto de tu vida habrá merecido la pena,
te sentirás orgulloso de ti y los tuyos…
Ánimo, no te rindas nunca,
y mañana vuelve a empezar donde hoy quedaste…
Adelante, siempre adelante,
levantándote en cada caída,
sonriendo en cada triunfo…,
absorbiendo cada lágrima en las derrotas,
pero siempre volviendo a empezar…
supera los obstáculos, saliendo cada vez más fuerte de los mismos…
No olvides nunca que Dios está contigo y
que después de la tormenta siempre sale el sol…
y que por muy oscura que sea la noche, siempre llega el amanecer…
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