Ya perdoné errores casi imperdonables.
Traté de sustituir personas insustituíbles y olvidar personas inolvidables.
Ya abracé para proteger, y me reí cuando no podía.
Ya hice amigos eternos, amé y fui amada.
Ya lloré escuchando música y viendo fotos.
Ya llamé sólo para escuchar una voz.
Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y... tuve miedo de perder a alguien especial (y terminé perdiéndolo)...
Pero ¡sobreviví! Y todavía vivo... No paso por la vida sólamente... y tú tampoco deberías sólo pasar... ¡¡¡ V I V E !!!
...Si escuchas hoy su voz,
no
endurezcas tu ❤.
(Hebreos 4:7)
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