1. Conténtate con menos. El dinero no brinda la felicidad, así que en vez de preocuparte por lo que no tienes piensa en lo que tienes y da gracias por ello. 2. Elimina los excesos. Reduce al mínimo los gastos superfluos. Estudia formas de ahorrar, por ejemplo en luz y teléfono. 3. No te excedas en los gastos. Elabora un presupuesto mensual que te permita vivir bien pero sin excesos, y procura ahorrar. ¡Comprométete a hacerlo! 4. Dile que no a la publicidad. Recuerda que la publicidad no tiene otro objeto que hacer rico a otros con el dinero de tu bolsillo. 5. Compra de forma inteligente. Ve a mayoristas. Busca descuentos. Adquiere artículos de segunda mano. Ahorra para comprar artículos más grandes en vez de pagar en cuotas (que es más caro). 6. Hazlo tú mismo. Cuando haya que reparar o construir algo, procura hacerlo por tu cuenta siempre que sea factible y seguro en vez de pagarle a otro. Puede ser entretenido aprender a hacerlo, y sale mucho más barato. 7. Come en casa. Cuesta menos y te permite opciones más saludables. Al comer fuera, recorta los gastos dividiendo raciones, pidiendo menos bebida y no pidiendo helado o pastel. 8. Haz regalos con sentido. Los regalos que más se aprecian son aquellos en los que se pone tiempo y cariño. Cuando tengas que regalar algo, considera regalar un vale de tiempo para hacer algo que le guste al homenajeado. 9. Cuida tu salud. Mantenerte saludable puede ahorrarte mucho dinero en visitas a médicos, hospitales y medicinas. Come alimentos saludables, descansa y haz ejercicio. 10. Ve contracorriente. No seas víctima de la moda y el consumismo. Antes de comprar más, medita en lo que ya tienes y comprueba si de verdad necesitas más. 11. Concéntrate en las prioridades. ¿Qué es lo más importantes en la vida? Al meditar en las verdaderas prioridades, los bienes materiales pierden atractivo. Dedica más tiempo a tu relación con el Señor, tu familia y los demás, y deja de preocuparte por cuánto dinero tengas. Tomado de: Vida positiva